Pese a la primera impresión el resultado es acogedor, divertido y muy economico, ya que cada huesped paga lo que pueda ( o lo que quiera).
Su politica es mantenerse a base de donativos por lo que nadie se ha quejado de que los baños, duchas y restaurantes del hotel sean los que ofrece el parque publico y el vecindario.

Macarena Fontiveros.
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