Me confieso como una adicta de todo aquellos muebles de diseño a cuál más raro y únicos. Pena que luego a la hora de ponerlos en casa al final la famosa marca sueca sea la elección más habitual. Si pudiera permitírmelo escogería esta original butaca que me ganó nada más verla. Su nombre: Vuzzle Chair.
Cuadrada y con el espacio habitual reservado para sentarse en su interior. Hasta ahí todo normal. El toque especial se ve en cómo está compuesta la butaca. Y es que hablamos de una butaca desmontable y personalizable hasta cierto punto gracias a los 13 módulos móviles de los que está compuesta.
En forma de roca, de un color negro magnífico, la butaca tiene en total 59 módulos, de los cuales sólo 13 se mueven, ¿pero acaso nuestras butacas normales tienen siquiera un módulo en forma de roca para moverlo a nuestro gusto? Las mías al menos no, por desgracia. La Vuzzle Choir sí, ya que está inspirada en el Diagrama de Voronoi
Las piezas se unen entre sí mediante imanes por lo que no habrá ningún problema en su unión. Encima, al quitar cada módulo, se pueden usar como si fuesen típicos cojines.
Existe un modelo en negro, otro con acabado en blanco y otro en rojo (increíble). El diseñador de esta maravilla es Christopher Daniel
Andrea Martín
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